
Nada más levantarnos nos fuimos a una “Estupa”. Es una pequeña ciudad-templo dentro de la ciudad, donde habita bastante gente, y a la que se accede subiendo un total de 326 escalones de los cuales los 50 últimos matan a cualquiera. Vacas, perros, monos y cuervos conviven mezclados con la gente en perfecta armonía.
Fuimos a un “bar” de una amiga que Pepo conoció en un viaje anterior. Es pequeño pero acogedor y allí estuvimos cerca de cinco horas ya que nos invitaron a comer. Un nepalí que por allí andaba nos explicó el significado del Ying y el Yang de una manera bastante mística, como no
La “estupa es preciosa. Tiene una gran cúpula con los ojos de Buda presidiéndola observándonos desde lo alto. Pasamos a un templo donde estaban tocando unas enormes trompetas que emitían un sonido muy grave que invitaban a sentarse y meditar.
Volvemos al hotel a preparar los macutos ya que al día siguiente partimos hacia Pokhara.
Una vez que todo está controlado con lo que vamos a necesitar para el treking, le dejamos el resto del equipaje al dueño del hotel para que lo guarde hasta la vuelta..
Hora de cenar. Decidimos ir a un restaurante de comida nepalí que era bastante alucinante por fuera y no menos por dentro. Se llamaba “Thamel House”, igual que el barrio donde se halla. La

No hay comentarios:
Publicar un comentario